No venden gasolina en San Cristóbal a taxis fronterizos

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Estas son las cosas que no se entienden, se instala un sistema de control de suministro que a su vez es controlado por los bomberos o isleros, imagínense la memoria que deben tener estos señores para reconocer a los taxis que son de San Antonio y Ureña y negarles la posibilidad de comprar gasolina; esto presisamente debe ser la función principal del sistema automatizado, reconocer a que vehículo se le puede entregar combustible y a cual no, ya que esta discresionalidad afecta el buen funcionamiento del sistema y le resta credibilidad. La idea fundamental de este tipo de sistemas de control es que justamente controlen, es decir, que reconozcan por si mismos a los vehículos e informen en ese mismo momento si le corresponde o no alguna cantidad de litros de combustible y entregarlos de ser el caso.
Ese procedimiento de asignar bombas para determinado tipo de vehículos, tal como bombas para taxistas o particulares, es un indicador de lo fragil que puede ser este control a través de Chips/Tag, por el contrario un control en condiciones de trazabilidad e individualizado para cada vehículo sería el mismo el encargado de vigilar el consumo de cada carro en cada estación de servicio en tiempo real, es decir, un verdadero sistema de control interconectado en el cual cualquier vehículo pueda llegar a cualquier estación de servicio en cualquier punto de la geografía del estado en que este implementado el control de suministro y poder ser reconocido por el sistema y luego de la evaluación correspondiente se le informe la cantidad a entregar, o la razón por la que no tiene cupo disponible en ese momento. Por supuesto que esto último para poder ser verdad requiere la implementación uniforme en todas las estaciones de servicio del equipamiento que permita este tipo de acciones directas en cada operación de venta sin importar el origen de los vehículos, lo que contrasta con la nota original de hoy martes 01 de noviembre de 2011 en el diario La Nación donde es el bombero quien descarta o no a los taxistas dependiendo de su lcalidad de origen, lo que se presta a diferentes interpretaciones.
Otro caso es el reseñado también en el diario La Nación de la misma fecha, donde se da cuenta de la asignación de 18 estaciones de servicio para atener a turistas, que cosa mas descabellada, o dicho en otros términos el sistema actual de control no es capaz de reconocer a cualquier vehículo en cualquier estación de servicio. Estamos claros que a los turistas hay que dotarlos de la indentificación necesaria para que puedan interactuar con el sistema de control de combustibles, pero esto debería ser transparente luego de que el turista tiene la identificación correspondiente, es decir, luego de que recibe su identificación temporal para comprar combustible en la zona controlada, no debería estar "cercado" por una cantidad determinada de bombas a las que pueda ir, de acuerdo con Murphy, todo lo que puede salir mal, saldrá mal, es decir, siempre se le agotará la gasolina en el sitio mas alejado de la bomba autorizada, teniendo una bomba en la esquina siguiente que no se la venderá. Al ponerse en el lugar de cualquier turista, tener que estar pendiente de cuan distante estoy de la estación de servicio permitida para poder ir de paseo, sale mejor ir a otro destino; y si su familia vive dentro de la zona controlada, imaginense tener que ir en autobus para no tener que pasar por el penoso trance de tener que dejar el carro en la casa y usarlo solo para regresar, o tener que calarse una cola descomunal de las que solo se ven en esta tierra de gracia..