A Colombia ingresan ilegalmente 70 millones de litros de combustible venezolano al mes. La Guardia Nacional Bolivariana sólo logra retener 20 millones de litros en los puntos de control al año.Las 14 cooperativas indígenas pueden vender al mes 11 millones 420 mil litros de combustible venezolano en Colombia, pero sólo se vende la mitad. Los "bachacos" llevan a la frontera 70 millones de litros mensuales y a mitad de precio, por lo que las cooperativas están en su peor momento.
Los cálculos de los dos mil 219 asociados de las cooperativas adscritas al Ministerio de Energía y Petróleo dan cuenta de esta cifra. Ellos son quienes están autorizados para transportar el combustible al vecino país a través de un convenio binacional.
Todos ganan
Es un negocio redondo y todos resultan ganadores. Un litro de gasolina en Venezuela cuesta 0,97 céntimos, que serían menos de cien bolívares antiguos. Un galón, que tiene cuatro litros de combustible, le cuesta al colombiano 6 mil 800 pesos, que al cambio serían 27 bolívares.
El "punto", como llaman los "bachacos" a los galones ilegales, tiene capacidad para cuatro litros y cuesta 3 mil 500 pesos. Al colombiano le es más rentable comprar de manera ilegal.
Tres mil 500 pesos son 14 bolívares. Significa que un "bachaco" le gana a cada "punto" 13 bolívares. Un pipa tiene capacidad para 50 galones, que representan 700 bolívares por cada pipa. El "bachaco" sólo invierte 20 bolívares en el negocio.
Si un 350 traslada 27 pipas al día, cada camionero regresa a Venezuela con 18 mil 900 bolívares en el bolsillo, y ha invertido menos de 500. A Colombia ingresan a diario cerca de 20 camiones cargados. Entonces en la frontera se mueven, cada día, 378 mil bolívares provenientes del tráfico de gasolina. La ganancia es de 137 millones 970 mil bolívares al año.
Es una máquina de hacer dinero. Representa un año de sueldos mínimos para diez mil personas, que sería más del 10 por ciento de la población del municipio Guajira, habitado por menos de 80 mil personas según la Gobernación.
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Este es un reportaje corto lleno de datos estadísticos, aunque con algunas imprecisiones, por ejemplo el tamaño del galón, que es de 3,78 litros en lugar de 4 litros, valga la aclaratoria, ya que cuando se habla de 70 millones de litros la cantidad de galones varia. Lo que tambíen llama la atención es que se asegura que La Guardia Nacional Bolivariana sólo retiene 20 millones de litros al año, mientras la semana pasada el jefe del Comando Regional Número 1 de la Guardia Nacional anunció que hasta la fecha habián decomisado más de un millón de litros, es decir, que podría pensarse que en el Táchira el combustible retenido es apenas un 5% del retenido en el Zulia, una verdadera calamidad la perdida de los recursos de la nación en provecho de unas mafias, que sobrepasan con creces a las cooperativas indigenas autorizadas por el MENPET. El punto crucial esta en que esta llamada maquina de hacer dinero, esta en manos de los contrabandistas. Se debe activar un verdadero proceso de control de suministro de combustibles que golpee estas mafias, ¿cómo?, minimizando la posibilidad de sobornar a las autoridades, por ejemplo, para empezar, a través de los mecanismos implementados en el Táchira con el mismo fin, seguramente no son perfectos, tampoco mejores que otros, pero por alguna parte hay que empezar...
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