Desajustes en el mercado afectan oferta de combustible

Desajustes en el mercado afectan oferta de combustible - Economía - EL UNIVERSAL

Controles y más controles, peeeero, ¿cómo aplicarlos de manera que no afecten el normal funcionamiento de las actividades propias de cada quien en su área de competencia..? Esa es la gran pregunta que seguramente hasta los creadores de la última versión de control de suminstro de combustible de la fontera se estarán haciendo a cada momento. No es para menos, cuando a medida que crece el control crece el descontento de la población. Que si no hay gandolas, que si están en mal estado ó en proceso de reemplazo de la flota, que si llovio, que si escampo, que si hay más de 95 que de 91, que si ahora es más de 91 que de la otra, que si yo, que si tu, etc,etc,etc. en fin, el dasebastecimiento de gasolina le ha tocado a cada uno en un momento en que menos lo espera. Aseguran las autoridades que la cosa ya esta controlada en la frontera, aunque al parecer no han ido a Cucuta a ver como se vende la gasolina y el diesel venezolano en cada esquina y debajo de cualquier arbol es esa ciudad. Ahora el punto esta en que además de los controles en los estados Táchira, Zulia y Mérida, con lo cual el caos cambio de cara, pero sigue vivito; cuando no se ha terminado de afinar como controlar del suministro, aparece el control a los turistas; imaginense ustedes a un turista consumiendose el poco combustible que le quede mientras esta buscando en una ciudad que tal vez no conozca las famosas estaciones de servicio destinadas para atender a este tipo de cliente. Luce complicada la cosa, imagínense por un momento a una familia de paseo por los maravillos paisajes andinos y están en la reserva, llegan a una estación de servicio y el operador le dice: estimado viajero, tengo gasolina, pero aqui no esta permitido venderle a los turistas, la de ustedes está a media hora de carretera pasando el pueblo, si ya restablecieron el paso le llega facilito, ahora si no han terminado de instalar el puente de guerra, debe dar la vuelta por la vía alterna y es como una hora más de camino, dele suave y pidale al altísimo que le alcance la que le queda... es apenas una de muchas posibilidades que un turista esta en posibilidad de sufrir, y lo peor es que si le sucede, se enterará cuando este en la parte donde no llegan las gruas, en otras palabras, la ley de Murphy se volverá a cumplir. ¿Esto es control?, ¿esto es descontrol?, yo me atrevo a decir que es la falla propia de un sistema a medias, lo que le puede condenar a un fracaso prematuro si no se aplican los correctivos del caso. ¿Que clase de turismo es este?, dicen por ahí que de aventura.
A finales de agosto, y a proposito del período vacacional que genera movimientos en todas direcciones dentro de la geográfia nacional, se obtuvo el pronunciamiento del presidente de la Corporación Tachirense de Turismo (Cotatur), Santiago Contreras: "Es la incompetencia del Gobierno Nacional en la aplicación de políticas efectivas para la eliminación del tráfico de la gasolina, la mejora de las arterias viales del país y la apertura al turismo fronterizo, la causa por la cual ha disminuido el flujo turístico en la región". Considera que hay limitaciones con el suministro del combustible, la imposición del "tag" y el mal estado de las carreteras.
Del mismo modo, Tiberio Martínez del Diario de los Andes, se preguntaba sí Funcionará el “chip?”, la respuesta que él consigue es que si, que efectivamente funcionará; no acabará con el contrabando ..... pero funcionará..... en clara alusión a la poca efectividad de ha tenido la medida de "automatizar" el suministro de combustible en las estaciones de servicio de este estado fronterizo. Disertando acerca del sacrificio para obtener el indispensable "chip" o "tag", comenta Matínez que los usuario piensan cándidamente en que, un día serán liberados de las atormentantes colas en las estaciones de servicio y se les devolverá la característica de un estado con plena normalidad en lo que a expendio de combustible se refiere, y que se les quitará el sello de contrabandistas de gasolina que -por lo visto- se les ha estampado en la frente. Deja como tarea pendiente ante este panorama prometedor la siguiente interrogante: ¿será que somos muy resignados, muy pacientes o muy tontos?