miércoles, 20 de enero de 2010

Gobierno Nacional le mete la lupa al contrabando de gasolina en la frontera



http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?4555

De acuerdo con la publicación en YVKE Mundial Radio de fecha lunes 31 de Marzo de 2008, El Gobierno prepara la entrega de una "tarjeta inteligente" que será utilizada en las estaciones de servicio de la frontera para tener un mayor control de los despachos de combustibles y minimizar así el contrabando de extracción, informó el ministro de Energía y Petróleo y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez.
El ministro Ramírez, informó que unos 27 mil barriles diarios cruzan ilegalmente la frontera. Esto se traduce en 810 mil barriles mensuales de carburante. "Este año estamos empeñados en reducir ese número". Explicó que han estado haciendo estudios y optimizando la cantidad de bombas de gasolina en la zona fronteriza. "Estamos introduciendo una mayor inspección sobre la volumetría y un sistema de control automatizado en las estaciones".



A la fecha de esta publicación, han pasado casi dos años del anuncio señalado y no se tiene información adicional acerca de los controles anunciados, a saber, el sistema automatizado para controlar las estaciones de servicio de la frontera, control de entrega de combustible a través de tarjetas inteligentes. El 17 de septiembre de 2009 se realizó una visita a las ciudades de Ureña y San Antonio del Táchira en Venezuela y San José de Cúcuta en el departamento Norte de Santander de Colombia, estas son las tres ciudades más próximas de la frontera unidas a través de sendos puentes internacionales. Allá el contrabando y la corrupción son dos elementos constantes que viven fundamentalmente producto de dos variables que se han mantenido inalterables por mucho tiempo: el precio de la gasolina y los controles humanos, esta combinación se ha transformado en un potente imán capaz de atraer a cualquier persona sin distingo de raza, credo, posición política ó económica, con la intensión de hacerse de un tanque de gasolina que representa en el peor de los casos la posibilidad de vender al otro lado del puente al menos una pimpina de 20 litros de acuerdo a los siguientes cálculos: una pimpina se llena con Bsf. 0,097 * 20 = Bsf. 1,94, y es vendida en un margen que puede oscilar entre 15 a 25 mil pesos dependiendo de la dificultad que represente cruzar la frontera, para el caso actual enero 2010, hay operativos de la Guardia nacional en la ruta de Peracal – Apartaderos, y en Cúcuta están pagando la pimpina en 18 mil pesos, con el cambio al día de hoy de 0,33, eso significa: 18000/0,33 = Bs.54.545,45 en Bsf = 54,54. Ahora eso representa cerca de 3 mil por ciento y a medida que el tipo de cambio se ajusta más a la baja (ha estado en 0.27) la ganancia aumenta, podríamos decir, aumenta la potencia del imán. Con este panorama se torna interesante conocer el proyecto de automatización y su forma de operación para poder aportar ideas que permitan mejorar la distribución de la gasolina en la frontera. Actualmente estamos trabajando en un proyecto que permitirá controlar precisamente la distribución de gasolina en las estaciones de servicio para minimizar el contrabando de extracción y además como valor agregado facilitará contrarrestar la corrupción que de manera discrecional debilita todos los controles implementados hasta el presente. Este proyecto se apalanca básicamente en las tecnologías de información y comunicación existentes, que apoyaran todos los procesos para una distribución justa y equitativa del combustible a todos los vehículos venezolanos que circulan en la zona de fronteriza, a la vez que se logra un ahorro sustancial al poder minimizar la cantidad de barriles diarios entregados.

lunes, 11 de enero de 2010

Contrabando y corrupción continental


Al realizar una abstración sobre este tema e intentar dar un vistazo sobre como sucede en otras latitudes, la respuesta es inmediata, no sólo tenemos problemas de contrabando de combustibles en la frontera Colombo-Venezolana. El problema es muchisimo mayor, los subsidios y la corrupción están desangrando a varios paises de nuestro continente americano, es decir, aunque parezca contradictorio, los efectos de las estaciones y la cantidad de luz por día son apenas dos elementos que hacen disminuir el consumo y en consecuencia el precio de la gasolina en los Estados Unidos, pero dado el subsidio que mantiene el gobierno Mexicano sobre el carburante hace que haya contrabando de extracción hacia el norte, aunque el problema mayor parece estar hacia el sur donde los altos impuestos aplicados por el gobierno Guatemalteco hacen duplicar el precio de la gasolina en referencia al precio Mexicano lo que constituye otra arteria rota para la gasolina Mexicana donde de acuerdo a estadisticas nacionales se consume alrededor de 150 millones de litros de gasolina por día, contabilizando al menos 1% en contrabando, aunque no parezca un volumen representativo, las autoridades Guatemaltecas han indicado que esto ha provocado el cierre de estaciones de servicio en la frontera con México y representa un peligro constante para la segurida de los ciudadanos que en algunos casos llegan incluso a viajar el transporte público llevando consigo envases de más de 20 litros de gasolina sin ningún tipo de protección para negociarla al otro lado de la frontera. Al seguir hacia el sur encontramos también los casos de Ecuador-Peru, Argentina-Paraguay y por su puesto nuestro caso de estudio Colombia-Venezuela. En todos los casos se tiene como factor común el contrabando motivado por el diferencial de precios el cual viene patrocinado por los actos de corrupción de las autoridades encargadas de ejecutar los controles respectivos. Dado este escenario continental que contribuye a la evasión fiscal, peligro constante dado que en este ilicito interviene indiferentemente mujeres y niños como parte de la mano de obra, genera mafias, desempleo, ya que el mismo ha generado el cierre de gasolineras, provoca crecimiento del sector informal, Genera riesgos para la población, salud, medio ambiente y Viola el Estado de Derecho, se continua trabajando en la propuesta de control de la distribución de combustibles en la frontera Colombo-Venezolana, la cual tiene como objeto minimizar la corrupción y evitar el contrabando de extracción el cual golpea el tesoro del estado Venezolano por la vía de los subsidios indirectos.